
El descanso mental requiere de auto-disciplina
Escucho a menudo en mi consultorio: gente hablando de estar cansada. No por demasiada actividad física, sino porque están cansados mental y emocionalmente.
Simplemente se sienten cansados físicamente porque están cansados mentalmente. Cansado de estar siempre conectado, disponible, de tener que hacer las cosas o de dar más a los demás de lo que se dan a sí mismos.
¿Por qué es tan difícil tomar descansos adecuados? ¿No ser tan eficiente? ¿Desconectarnos?
El logro activa nuestro sistema de recompensas.
La sustancia de señalización dopamina se produce en nuestro cerebro y desempeña un papel central a la hora de motivarnos a adquirir recursos y reproducirnos.
La dopamina se dispara, entre otras cosas, cuando comemos alimentos que nos gustan, cuando tenemos relaciones sexuales, terminamos el proyecto en el que llevamos mucho tiempo trabajando o cuando hemos hecho ejercicio.
Cuando realizamos actividades que esperamos sentirnos bien y la experiencia está a la altura de esta expectativa, el nivel de dopamina aumenta, lo que nos motiva a volver a hacerlo.
Esto era importante cuando vivíamos en cuevas y necesitábamos motivarnos para recolectar nuevos recursos a diario.
Y en general hoy funcionamos de la misma manera, solo hemos reemplazado la patada de matar un ciervo grande que puede alimentar a toda la familia, por cumplir una fecha límite en el trabajo
A corto plazo este impulso de logro nos motiva, pero a largo plazo puede hacer que no apreciemos la importancia de lo contrario; descanso y recuperación. Queremos más y más, lograr más, y luego el ritmo aumenta. Priorizamos el descanso e introducimos más de lo que nos hace sentir bien a corto plazo.
Tu cerebro busca confirmación
El trabajo más importante de tu cerebro es mantenerte con vida. Durante siglos significó protegerse de guerreros extranjeros o animales salvajes. Y una manera importante de lograrlo era permanecer unidos; vivir en grupos.
Por lo tanto, el mayor temor de tu cerebro es ser condenado al ostracismo por la manada. Perder pertenencia, precisamente porque esto puede significar que no recibas el apoyo social que necesitas en situaciones potencialmente peligrosas. Por lo tanto, obtener confirmación social es importante, porque indica que eres parte del grupo.
Cuando recibes esta confirmación, tu cerebro se alegra y libera dopamina, lo que te hace sentir bien. Pero como esta experiencia no dura para siempre, el nivel de dopamina volverá a bajar y será necesario repetir el comportamiento. Necesitas buscar aún más para confirmarlo, ya que tu estatus social nunca es completamente seguro.
El reverso de la medalla.
Estar constantemente conectados o tener que hacer algo puede hacernos infelices con el tiempo. Caminamos en un constante estado de lucha o huida. Nuestro sistema de estrés está ligeramente activado todo el tiempo, a expensas de las partes del sistema nervioso que se activan cuando necesitamos descanso y recuperación.
Es estresante para el cerebro tener que estar "encendido" todo el tiempo. Para muchos, esto puede provocar dificultades relacionadas con el estrés y agotamiento con el tiempo.
Además, las redes sociales pueden ser un terreno fértil para los sentimientos heridos, la comparación social y la autocrítica, especialmente si nosotros mismos nos encontramos en un lugar vulnerable.
La forma de pertenencia que experimentamos a través de las redes sociales no es la pertenencia que realmente necesitamos.
Lo que necesitamos son relaciones cercanas que estén mentalmente presentes en nosotros. Necesitamos contacto visual, contacto corporal, necesitamos compartir altibajos.
Sin embargo, cuando gran parte de nuestro contacto social se crea a través de dichos canales, puede crear una distancia con otras personas y con nosotros mismos.
Nos desplazamos en lugar de sentir lo que realmente sentimos.
Nos distraemos de los sentimientos desagradables en lugar de escuchar a nuestro cuerpo.
El descanso y las pausas requieren autodisciplina
Como ves, no se trata sólo de guardar el celular, o priorizar el descanso y las pausas. La forma en que vivimos y todo a lo que estamos expuestos juega en nuestra contra. Nuestros cerebros no están actualizados para manejar estos cambios y el flujo de información.
Aquí hay algunas sugerencias:
Aceptar
Aceptar requiere autodisciplina. Esto significa que a veces debes optar por no recibir lo que tu cerebro te grita que deseas en este momento, como por ejemplo:
Reemplace el desplazamiento con algo más que también libere dopamina, como un podcast o un audiolibro (esto no requiere tanto de sus sentidos).
Piensa en el uso de la pantalla.
Deje el teléfono móvil en la habitación de al lado durante determinados periodos de tiempo. De hecho, nos estresamos por tener el teléfono al lado.
Empieza el día sin pantalla. Escribe unas cuantas páginas en un diario, haz yoga o tómate una taza de café sin estímulos. Siente lo que es ser tú.
Deja la pantalla antes de acostarte. Una hora... al menos.
Tome una decisión consciente para priorizar los descansos y la diversión.
Prioriza también el juego y la diversión: hace que tu cerebro sea más creativo.
Agregue descansos a su calendario de la misma manera que otras tareas.
Y tú, piensa en pequeño: puedes lograr grandes cosas.